Dexter Morgan despierta de un coma y descubre que Harrison ha desaparecido sin dejar rastro. Al comprender el peso de lo que le hizo pasar a su hijo, Dexter parte hacia Nueva York, decidido a encontrarlo y enmendar la situación. Pero cerrar el capítulo no será fácil.

El expolicía Brian O'Conner es llamado a atrapar a un peligroso criminal y recluta la ayuda de un examigo de la infancia y corredor callejero que tiene la oportunidad de redimirse.

Cuando un par de asesinos sin escrúpulos consigue huir de prisión, dejando tras de sí un horrible reguero de crímenes, al malhumorado detective Jack Cates no le queda otra opción que sacar al timador Reggie Hammond de la penitenciaría para que le ayude a encontrar a los criminales. Sin embargo sólo dispondrán de 48 horas antes de que Hammond deba regresar a la cárcel.