Peter Quill, aún conmocionado por la pérdida de Gamora, debe reunir a su equipo en torno a él para defender el universo junto con la protección de uno de los suyos. Una misión que, si no se lleva a cabo con éxito, podría suponer el fin de los Guardianes tal y como los conocemos.
Marty McFly sigue en 1955 y su amigo Doc ha retrocedido al año 1885, la época del salvaje oeste. Éste le envía una carta donde comenta que la máquina del tiempo está averiada, y que es imposible repararla. Sin embargo no le preocupa estar atrapado en el pasado, pues allí es muy feliz trabajando de herrero aunque convive con malhechores. Pero Marty descubre una vieja tumba en la que lee que Doc murió en 1885 y, sin pensárselo dos veces, irá a rescatar a su amigo.
El adolescente de los ochenta Marty McFly es enviado accidentalmente al pasado, a 1955, interrumpiendo sin darse cuenta el primer encuentro de sus padres y atrayendo el interés romántico de su madre. Marty debe reparar el daño a la historia reavivando el romance de sus padres y, con la ayuda de su excéntrico amigo inventor Doc Brown, regresar a 1985.
El peor miedo de Perry se hace realidad cuando Phineas y Ferb descubren que él es de hecho el Agente Secreto P, pero que pronto palidece en comparación durante un viaje a la segunda dimensión donde Perry descubre que el Dr. Doofenshmirtz es realmente malvado y exitoso.